2 de diciembre de 2024

Campaña sucia

Desde el advenimiento de la democracia ningún intendente de Merlo ha padecido campañas sistemáticas de difamación como Gustavo Menéndez. Las redes sociales han devenido en verdaderas cloacas y las fake news se propagan al ritmo de la infamia y la mentira. El escándalo de Martín Insaurralde envalentonó a algunos que desean captar votos a cualquier precio. Entonces empezaron a reflotar viejas fotos y noticias desactualizadas relacionadas a viajes al exterior que Menéndez, en su condición de funcionario público, realizó en los últimos años. Viajar no es un delito, mucho menos cuando esos viajes responden a una estrategia de poder. Es decir, cuando se buscan en el exterior inversiones, se instala la Marca Merlo o se promocionan políticas favorables a la defensa del ambiente y de la democracia. En la foto, por ejemplo, vemos a Menéndez con Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA)… Pero nada de eso es tenido en cuenta por opinólogos todo terreno de Facebook, o por mercenarios disfrazados de periodistas zonales que ensucian el buen nombre y honor, no solo de funcionarios públicos, sino de cualquier vecino. La conducta de Menéndez es transparente y así como lo difaman, nadie, absolutamente nadie, ha recibido represalias por ello, como ocurría en épocas superadas. ¿O ya se olvidaron de la cantidad de comercios que eran clausurados porque sus propietarios se tomaban el atrevimiento de reclamar alguna obra o de criticar a la gestión municipal de turno? ¿Acaso se olvidaron, también, de la cantidad de persecuciones, atentados y campañas difamatorias en la vía pública contra numerosos disidentes y opositores? Insulto fácil y memoria frágil, dos armas predilectas de personajes perversos que agreden sin fundamentos y hacen de la calumnia un método de corrupción política. Pero todo vuelve. Paciencia.

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