Gorilas en la niebla
La fragilidad analítica del periodismo vernáculo vuelve a quedar expuesta luego del mensaje fundacional del presidente Javier Milei, en la inauguración del 142º período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, con más de 50 puntos de rating y una bulliciosa hinchada prolijamente escenificada en los palcos. Milei no ha tendido un puente para salir de la crisis. Es algo más profundo. Va en serio. A fondo. Transformación y cambio regresivo. Final imprevisible. Tiene razón. No la ven. Sorpresas a granel. El cacerolazo que no fue. Un solo diputado opositor le dio la espalda al Presidente. Manrique. El horario les redituó pingües ganancias mediáticas a los estrategas oficialistas. Santiago Caputo y su banda tuitera. La eficiencia del operativo de seguridad evitó que militantes de la izquierda chasquibúm vandalizaran el edificio histórico. Punto para Patricia Bullrich, la única integrante del gabinete citada por el Presidente en el discurso de 77 minutos. Varios furcios. Roca y Menem también eran lectores mediocres de sus piezas oratorias. Perlas de un comienzo de época plagado de interrogantes. Y la osadía de un outsider que acorrala a la política tradicional a fuerza de palabras. Consignas pegadizas. Golpes de efecto cotidianos. Por eso, es peligroso que el surgimiento de Milei siga sin decodificarse en el principal partido de la oposición. El Justicialista. Reducido a una de sus líneas de larga duración. El kirchnerismo. ¿Tampoco la ve? Autocrítica ausente. El desguace del Estado y el centralismo mesiánico de la Casa Rosada todavía conquistan adhesiones. Se mantiene la expectativa de la campaña electoral. El ajuste es insoportable. La mayoría aguanta. ¿Consiente? Milei pidió paciencia y confianza. Al 56% del balotaje. Y pegó el volantazo. Retrocede pegando. Pacto de Mayo. Diez puntos. Coincidencias elementales. La Argentina está partida. El antiperonismo aprovecha desaciertos anteriores y la opacidad en el manejo de recursos públicos. Llueven denuncias. Descubren quioscos. Demasiados. Alberto cae en la volteada. Milei echa sal en la herida. La piña era inminente. En marzo o abril estallaba la bomba social. Pareciera que frenó a tiempo. La vertiginosidad de los sucesos prohíbe cualquier predicción. La Patria es hoy. Córdoba espera. Doce semanas para la firma del Pacto de Mayo es un siglo. Condición de hierro: aprobar la ley Bases. Incógnita. La inflación galopa. Cómoda. Los gobernadores, otrora belicosos, preparan la lapicera. Algarabía en la tribuna libertaria. ¿Ellos sí la ven? Se oyen gritos de euforia en la niebla. Deben ser los gorilas, deben ser.