13 de febrero de 2025

Sabato, un humanista ejemplar

Ernesto Sabato, uno de los escritores argentinos más importantes del siglo XX, no sólo dejó un legado literario invaluable, sino que también se destacó por su compromiso con la defensa de los derechos humanos. Su participación como presidente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) es un testimonio de su profunda convicción humanista.

Sábato fue elegido titular de la CONADEP en 1983, una comisión creada por el presidente Raúl Alfonsín con el objetivo de investigar las violaciones de derechos humanos ocurridas durante el período del terrorismo de Estado. Bajo su liderazgo, la CONADEP recibió miles de declaraciones y testimonios, y verificó la existencia de cientos de lugares clandestinos de detención en todo el país.

El informe final de la CONADEP, conocido como Nunca Más, es un documento histórico que revela la magnitud de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar. Este informe no sólo sirvió como prueba en el Juicio a las Juntas Militares, sino que también cambió para siempre la forma en que Argentina busca justicia y verdad.

La labor de Sabato en la CONADEP refleja su concepción humanista. A lo largo de su vida, Sabato se destacó por su compromiso con la justicia social y la libertad de expresión. Su participación en la CONADEP es un ejemplo de cómo su pensamiento y su acción estuvieron siempre al servicio de los derechos humanos.

Ernesto Sabato dejó la ciencia por las letras, y las letras por el humanismo. Su paso por la CONADEP es un testimonio de su compromiso con la humanidad y su lucha incansable por la justicia y la verdad. Su legado va más allá de sus contribuciones literarias, y su papel en la CONADEP es un ejemplo imperecedero para quienes luchan por una sociedad más justa, solidaria y fraterna.

Su pensamiento es un faro para estas horas oscuras de la Patria y del mundo: «El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria. Hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse».

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