17 de enero de 2025

Derrumbe electoral y definitivo final

Las elecciones primarias del 13 de agosto despejaron el panorama político local. Quienes basaron su propuesta, en una profusa campaña de difamación contra Gustavo Menéndez, cosecharon su siembra. Quedaron relegados, muy lejos de cualquier recuperación en los comicios generales del 22 de octubre. Los marianenses escuchaban azorados el probable regreso del pasado. Los predicadores de infamantes acusaciones eran insistentes. Recorrían comercios y hacían reuniones en casas particulares rebosantes de odio. Juraban venganza. Inclusive se daban el lujo de rechazar el aporte de algunos militantes descarriados que alguna vez osaron sacarse una foto con actuales funcionarios oficialistas. Prometían cargos en un hipotético gobierno municipal. Instaban a los incautos a organizar encuentros con empanadas y vino que luego no pagaron. También –afirman las malas lenguas- habrían quedado debiendo dinero a fiscales y encargados de escuelas. Del mismo modo, extorsionaban a exfuncionarios para obligarlos a militar en nombre de una supuesta y mal entendida “lealtad”. Olvidaron que los afiliados del Partido Justicialista no son esclavos de nadie, y que pertenecen a una institución que le ha ganado al tiempo. Nada aprendieron de Perón, lo ignoran olímpicamente. Aunque osan citarlo en discursos cavernícolas que atrasan 50 años. Solo saben rebajarse y exteriorizar una personalidad enfermiza. Sería más noble que hicieran algo provechoso para ellos y la comunidad, antes de andar mintiendo y calumniando. Al final de cuentas, se empecinan en negar la realidad y en desconocer que, por decisión soberana del Pueblo, Raúl Othacehé nunca más será intendente de Merlo. Boleta corta, derrota larga. A otra cosa.

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