Caranchos electorales
Solo les interesa demoler la imagen pública de Gustavo Menéndez. Método repudiable. Desleal. Mafioso. Están empecinados. Odian a mansalva. Jamás van a aceptar la derrota del 9 de agosto de 2015. Apelan a la campaña sucia destructiva para sacar algún voto. Todo vale. Llamar a los canales porteños magnificando hechos comunes, quemar neumáticos enfrente de una comisaría y malquistarles la vida a los automovilistas, tirar basura en sitios prohibidos para simular basureros a cielo abierto, denunciar corrupción sin pruebas, crear un clima generalizado de sospecha. Así proceden los caranchos electorales. El lector sabe quiénes son y debería responderles el próximo domingo 22 de octubre en las urnas. Este medio defiende la libertad y la democracia. No es militar a favor del oficialismo, es poner las cosas en su justo lugar, si es que sinceramente creemos en el Estado de Derecho. Al que le quepa el sayo que se lo ponga.