Menéndez 18.000 votos, Othacehé 4.000…
Cuando las urnas hablan, cualquier campaña sucia contra Gustavo Menéndez se derrite como una barra de hielo al sol. Desde el 9 de agosto de 2015 en Merlo hay un liderazgo imbatible. Por más que se empecinen en exagerar el corte de boleta en la categoría municipal –siempre hubo corte por razones ajenas al distrito-, no van a lograr enturbiar lo que es cristalino. Mariano Acosta dio la nota. Escrutadas poco más del 97% de las mesas del Circuito 655A, con una participación del 72,23%, Gustavo Menéndez obtuvo 18.000 votos (45,50%), Eduardo Varela 10.200 (26%), David Zencich 5.200 (13%), Raúl Othacehé 4.000 (10%) y la izquierda 2.000 (5%). El escrutinio provisorio le otorga al oficialismo 5 o 6 concejales, a Varela 3, a Zencich 2 o 3 y a Othacehé 1 o 2. ¿A quién se le puede ocurrir festejar la obtención de 4.000 votos y la banca de un concejal, o dos con mucha suerte y viento a favor? Celebrar el fracaso es un acto enfermizo. Los exintendentes suelen conservar un 20% de votos que les permiten conservar una representación territorial importante. Así ocurrió, en 2009, con Enrique “Quito” Salzmann, de Marcos Paz, por dar un ejemplo cercano e ilustrativo. No es el caso de nuestro distrito, donde el gran derrotado se dedica a calumniar al ganador porque, en el fondo, odia a la mayoría que ha sepultado su carrera política.