Massa no es kirchnerista
La campaña de Javier Milei se fundamenta en el antikirchnerismo. De paso, mete en la bolsa a todo el peronismo, que el 22 de octubre se sintió tocado y salió en defensa propia. El terror al populismo encuentra un límite en la realidad. Sergio Massa es un aliado electoral del kirchenrismo con su partido Frente Renovador, pero siempre marcó diferencias, en política exterior y en seguridad, por ejemplo. También en el respeto a la división de poderes. Por eso, muchos votantes de Juntos por el Cambio que votaron a Rodríguez Larreta y a Santilli en las PASO, son potenciales electores del candidato de Unión por la Patria en el balotaje.
Se perciben vasos comunicantes de una transversalidad incipiente aunque promisoria. Massa habla de un gobierno de unidad nacional y convoca a los sectores moderados de la oposición. Se planta en el centro político. Y las elecciones son redituables cuando el mensaje de centro es eficiente. Uno de los alfiles de Massa en la Provincia es el ministro de Transporte Jorge D´Onofrio, quien ni lerdo ni perezoso salió a desarticular la campaña antikirchnerista de Milei. Dijo el funcionario bonaerense: «la gente no se come más los cuentos de nadie, expliquen por qué hacen una campaña anti k cuando el candidato no es kirchnerista».
En 2015 Cambiemos consiguió pingües ganancias en las urnas denunciando los excesos del kirchnerismo. Ese escenario hoy es una entelequia. Los libertarios buscan reflotarlo a toda costa. Tal vez estén arando en el mar. Sin embargo, alentados por Mauricio Macri y Patricia Bullrich dicen que Massa es pingüino. Pero es tigre. Decepción.
