5 de octubre de 2024

Un resultado previsible en un país imprevisible

Un breve repaso descriptivo nos ayuda a comprender que el balotaje se perfila hacia una clara definición a favor de Sergio Massa. Veamos. La campaña oficialista ha mostrado un grado de profesionalismo solo comparable a la de Raúl Alfonsín en 1983 y a la de Mauricio Macri en 2015. En este caso, el equipo de publicistas de Massa corrió de escena a Cristina Kirchner y a Alberto Fernández. Por tanto, logró ocultar la realidad económica y social de cuatro años de gestión deficitaria.

La conversación pública no gira en torno de la inflación del 142% anual y de los 20 millones de argentinos pobres. La agenda propositiva y del cambio –sí, leyó bien- es la de Massa. Chapó. Además, la irrupción de Javier Milei dividió a la oposición. Tanto que sacó de la cancha a la coalición Juntos por el Cambio, hace un año indiscutida favorita para ganar las presidenciales de octubre. También la izquierda llega dividida y un sector dio su apoyo a Massa. Igual que sectores radicales, republicanos, provinciales y vecinalistas. Sumémosle a ello los flancos débiles que ofreció Milei: su elogio a Margaret Thatcher puso en el tapete la cuestión Malvinas; su crítica al Papa enfureció a la Iglesia católica; su propuesta de mercado de órganos concitó el repudio generalizado; la portación libre de armas le costó igual rechazo; la dolarización despertó sentimientos soberanos; su amenaza de romper el comercio con Brasil y China generó zozobra en un electorado otrora opositor…

En síntesis, Milei se quemó solo aunque pudo capitalizar el voto antipolítica y de un segmento juvenil numeroso. Con este dispositivo electoral sueña triunfar a pesar del clima adverso. La progresía cultural y artística ha equiparado su figura con la de un líder fascista. “Milei basura, vos sos la dictadura”, le cantaron 50 desaforados anoche en el Teatro Colón. En tanto, otro sector lo aplaudió. Cosas de la grieta…

Líderes internacionales como el colombiano Gustavo Petro, el mexicano Manuel López Obrador, el chileno Gabriel Boric, el brasileño Lula Da Silva, los socialistas españoles Felipe González y Pedro Sánchez, convocaron a votar a Massa creando una inmejorable chance de obtener en las urnas una victoria inigualable en 40 años de democracia. Pero, cuidado, lo previsible suele enturbiarse en un país imprevisible, que dio a Borges, Pérez Esquivel, Milstein, Houssay, Favaloro, Francisco, Maradona, Messi y… Milei.

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