5 de octubre de 2024

Las fuerzas del infierno

El pedido de facultades legislativas formulado por el presidente Javier Milei en la denominada “ley ómnibus” –mejor habría que llamarla la “ley del tren fantasma”- hunde sus raíces en momentos trágicos de nuestra historia. No solo Juan Manuel de Rosas gobernó aupado en superpoderes concedidos por la Legislatura porteña. Hubo gobiernos de signo liberal que dieron rienda suelta al autoritarismo para imponer sus planes. Algunos menos agresivos que otros, pero todos basaron en la violencia reaccionaria la imposición de la autoridad pública. Barbarie civilizadora. ¿Se acuerdan? No ahorrar sangre de gauchos. La letra con sangre entra. Se acabó la leche de la clemencia. Los argentinos somos derechos y humanos.

En 1828, el héroe de la independencia Juan Lavalle derrocó a Manuel Dorrego y lo fusiló en nombre de la libertad. En 1856, el gobernador liberal Pastor Obligado fusiló al patriota Jerónimo Costa, cuyo único defecto, según Bartolomé Mitre, había sido defender la bandera federal. En 1956, Pedro Eugenio Aramburu, jefe de la revolución libertadora, fusiló a 32 peronistas liderados por el general Juan José Valle. La dictadura antiperonista de 1976 consumó una matanza genocida de miles de ciudadanos, mientras José Alfredo Martínez de Hoz instauraba un programa económico liberal que derribó las chimeneas levantadas por el Peronismo y sometió a la Patria a los dictados de los organismos multilaterales de crédito.

Por tanto, la experiencia histórica nos indica que cuando civiles y militares liberales gobernaron invocando a los dioses del libre mercado, de la desregulación económica, de las privatizaciones, del Estado mínimo, de la flexibilización laboral, las consecuencias resultaron catastróficas para el Pueblo. Porque la oligarquía financiera trasnacional nunca representa a las fuerzas del cielo. Encarna las fuerzas del infierno.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *