Gerentes de la pobreza
En la Argentina actual, atravesada por la incertidumbre y los efectos lapidarios de un ajuste fiscal inédito, nos topamos con una figura cada vez más prominente y preocupante: los llamados “gerentes de la pobreza”. Estos individuos, enclavados en el movimiento piquetero, han adoptado tácticas de extorsión y manipulación para lograr sus objetivos, a expensas de los sectores más vulnerables.
Recordemos que los piqueteros, originalmente, surgieron como un movimiento de protesta social en respuesta a la creciente desigualdad y la falta de oportunidades. Sin embargo, algunos de estos grupos se han deformado convirtiéndose en lo que ahora conocemos como “gerentes de la pobreza”.
Estos “gerentes” utilizan la pobreza y la desesperación de las personas como una herramienta para obtener poder y control. Manipulan a los pobres, prometiendo soluciones y ayuda, pero en realidad, solo buscan beneficiarse a sí mismos. Los cortes de calles y de la emblemática avenida 9 de Julio, durante las últimas dos décadas, han incordiado a millones de argentinos y generado una repulsa a semejante metodología extorsiva.
Este comportamiento es inaceptable y debe ser repudiado. Los Belliboni de la vida no solo explotan a las personas más vulnerables, sino que también perpetúan el ciclo de pobreza y desesperación. En lugar de trabajar para encontrar soluciones reales y sostenibles a estos problemas, hacen de la pobreza su propio negocio. Son los padres del pobrismo populista.
Es hora de que la sociedad en su conjunto tome –por encima de las banderías partidarias y de falsas opciones solidarias- una postura firme contra estos “gerentes de la pobreza”. Debemos exigir transparencia y responsabilidad, como así también trabajar para apoyar a quienes realmente procuran mejorar las condiciones de vida de los pobres. Solo entonces podremos comenzar a desmantelar estos sistemas de explotación y trabajar –efectivamente- en la búsqueda de una Patria justa, libre y soberana.