2 de diciembre de 2024

Dr. Otegui, una bendición de Dios

En junio de 1961, se radicó en nuestro Pueblo. Oriundo de General Las Heras. Apenas recibido, llegó para quedarse en nuestros corazones por su solidaridad permanente, su honradez profesional y su amor al prójimo. Estableció su primer consultorio en la calle Gelly Obes. Luego se trasladó a la calle Tonelero. La vida familiar lo llevó a domiciliarse en Merlo. Últimamente, en su pago natal. Pero siempre ha sido un vecino honorable de Mariano Acosta. Tuve el honor de haber compartido con él la creación del programa radial Señales, a principios de los años 90, que se emitía los domingos por Radio Ciudad. Fue un aporte de los Profesionales Católicos que nos reuníamos en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, bajo la coordinación del Padre Gerardo Gómez. Cuando fundé el periódico El Progreso de Mariano Acosta, publiqué numerosas notas de su autoría, en las que nos brindaba su visión de la realidad -y de diversos temas- desde una perspectiva católica. Hombre sencillo, afable, cultor de la sabiduría criolla, lleva a la acción sus profundas convicciones religiosas. Dice lo que piensa, hace lo que cree. Nunca faltó a las presentaciones de mis libros. Inclusive comentó el poemario Villa Posse. He sido un privilegiado. Estuvo a mi lado en las malas. Su consejo me sacó más de una vez del pozo. Es un regalo del Cielo que los marianenses siempre debemos dimensionar en su justa medida. Demos gracias a Dios por habernos bendecido con un médico de los quilates del Dr. Francisco Víctor Otegui.

Horacio Enrique Poggi.

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