Ofensa progre
La progresía colonial confunde humor con falta de respeto, originalidad con grosería, y causa popular con populismo. Inmersos en un clima de época en el que predomina la ignorancia y la burrada mediáticas, debemos soportar a exponentes de la chabacanería intelectual formados en la premura de internet y el manejo histriónico de las redes sociales y plataformas digitales. Quienes pertenecemos a la generación analógica, pero aceptamos y nos asombramos por la utilidad de las nuevas tecnologías, no podemos dejar de indignarnos ante la escalada de un colonialismo cultural que atraviesa a todas las fuerzas políticas, con lenguaje inclusivo y perspectiva de género. En esta línea de repudio, nos sumamos al rechazo de los Curas Villeras a la parodia del Pesebre realizada por un grupo de idiotas útiles del globalismo financiero y explotador.
El Equipo de Sacerdotes de Villas, Barrios Populares y Familia Grande Hogar de Cristo de Argentina ha emitido una declaración titulada «La Navidad y la religiosidad popular. Un pesebre que hace ruido», expresando su repudio hacia un stream que mostró un «pesebre viviente totalmente ofensivo para muchos vecinos de nuestros barrios».
Los curas villeros se refirieron a la parodia del pesebre viviente transmitida en el canal de streaming Olga, que ha desatado una intensa polémica debido a la ofensa implícita hacia quienes profesan la religión católica.
La Declaración
En la declaración, los sacerdotes recuerdan que la Navidad es un tiempo en el que Dios nace en un pesebre, invitando primero a los más pobres. Subrayan que en las villas y barrios populares, la comunidad renueva su espíritu de fe y esperanza, de familia y comunidad, confiando siempre en Dios. «Nuestras casas se parecen mucho a un pesebre», afirman.
Los curas villeros expresan su repudio al stream que mostró un pesebre viviente «totalmente ofensivo» y subrayan que la devoción al pesebre es una parte fundamental de la religiosidad popular. Las imágenes y expresiones del stream han herido la sensibilidad no solo de los católicos, sino también de personas de otros sectores sociales que respetan las creencias ajenas.
Resaltan que, en sus barrios, la fe es motor de transformación y sostiene la vida de muchas personas, y que no es aceptable burlarse de esto. Aunque reconocen el valor del humor, el arte y el sarcasmo, consideran inaceptable caer en «golpes bajos» que bastardean símbolos profundamente arraigados en la cultura popular.
Los sacerdotes concluyen recordando que la labor social desarrollada en sus comunidades se debe en gran parte a la religiosidad de sus vecinos. Expresan además su rechazo a la representación en la que se sugiere que Jesús «fumará churro de por vida», en alusión al porro, subrayando que el consumo de drogas es una problemática grave en sus barrios.
Finalizan la declaración deseando que el Niño Jesús nazca en cada corazón, familia y comunidad, brindando fuerza para acompañar la vida de los más débiles.
Fuente: AICA