14 de diciembre de 2024

Reflexiones sobre la creatividad poética

Se pueden encontrar varias definiciones respecto a este género tan amado por los grandes de la literatura y por cada lector que busca en ella identificarse en sus versos. La define la creación de la belleza concadenados a sus versos que refleja la estética, el ritmo y sus rimas. Pero para Platón y Mallarmé es el reflejo del alma, lo que guarda cada escritor en su interior, inclusive aquello que transforma y le da sentido a la palabra.

La creación poética se vuelve, entonces, el descubrimiento escrito de lo que cada creador quiere expresar desde sus entrañas, buscándole sentido y belleza, tratando siempre de conmover al lector, de movilizar los sentimientos más profundos del mismo.

La poesía, al leerla, nos debe dejar en una confluencia de sensaciones y sentimientos agolpados, trascendentes, donde el escritor trasmite a sus lectores no sólo su sentir más profundo sino su mismísima alma.

La conexión es inmediata, por esta razón es tan simple y a la vez tan compleja de escribirla y leerla.

Todo es poesía, la vida misma lo es, hasta cada minúsculo ser nos inspira, la inmensidad lo es, el poder poner en palabras, versos ordenados, esa inmensidad es crear poesía sabiendo que alguien al leerla sentirá lo mismo que el escritor, es mágico.

La literatura es mágica porque nos abre, al leerla, una ventana a mundos y submundos inimaginables, destellantes de ideas, imágenes, ficciones y versos que nos trasladan del asiento o sillón donde leemos dentro de ese libro que se convierte en un portal a lo desconocido… Cada verso, cada estrofa, en la poesía es eso: las escamas de un alma que se atrevió a ordenarlas sobre una hoja en palabras, versos y estrofas.

Tinta y papel

Fluyen mis palabras
que se transforman
en letras no de canciones,
pues no lo eran.
A cada paso avanzan
y golpean, sacudiéndose
así sin que las vea,
se acumulan en mi
queriendo que las lea,
que las saque de mis
entrañas y que las sienta.
En mí se resisten cada
una de ellas pues hablan
de amor y de ausencias.
Me resisto a encontrarlas
prefiero perderlas y cuando las
encuentro otra vez se golpean
una a una caen, sobre el papel
que las encierra trastocándolas
nuevamente para que las vea.
Así saltan junto
a mis lágrimas que comienzan
nuevamente a visualizarlas
se plasman de nuevo
en tinta y papel comenzando
otra vez a dibujarlas.

Rossana Scarone.

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