Euforia y triunfalismo, malos consejeros
El día después del debate presidencial se observan estados de ánimo antagónicos. Los seguidores de Sergio Massa mudan, en un abrir y cerrar de ojos, de la euforia al triunfalismo. Los observadores experimentados dicen que no es conveniente cantar victoria antes de gloria. En tanto, los liberales libertarios exhiben moderación y conformidad. Desde el punto de vista técnico y profesional, Massa apabulló a Milei en todas las líneas. Más de 4.500.000 de televidentes fueron testigos del desempeño sobresaliente del Ministro de Economía. Pero en las redes sociales ocurrió algo diferente, y en las encuestas realizadas por portales de canales de cable y de diarios, a Milei le fue mejor que en la Facultad de Derecho. La moneda gira en el aire. Excepto un imponderable, Massa ganará el balotaje por una amplia diferencia. ¿Qué imponderable? Que, en esta semana decisiva, la mayoría electoral, por ejemplo, comience a empatizar con el más débil. Al cierre de esta edición, el consultor Federico González procesaba números sobre el debate, por cierto, muy favorables al candidato de la Libertad Retrocede (¿o Avanza?). Las encuestas han fallado en reiteradas ocasiones. Ampliaremos.
