14 de diciembre de 2024

Sobre héroes y tumbas

El presidente Javier Milei, en el Foro de Davos, pronunció un discurso coherente –ciento por ciento- con la posición política que representa. De ningún modo ha sido un delirio ni mucho menos un disparate. Conceptualmente, la pieza oratoria presidencial reúne todas las notas teóricas de la ideología libertaria. Pero ¿por qué concitó el repudio mediático? ¿Acaso Milei no es el vicario de los capitalistas que todos los años asisten a Suiza? ¿Cómo es posible que no haya sido ovacionado? ¿Qué les provocó tanta incomodidad a los Héroes de Davos? Es el auditorio ideal… Hagamos un pequeño alto en la huella.

La enfática defensa de la propiedad privada, el mercado libre, la apología del Estado mínimo, la impugnación a las recetas socialistas, al colectivismo, a las cargas tributarias, el rechazo a la justicia social, la libertad individual, forman parte del arsenal ideológico afín a los Héroes de Davos. Sin embargo, Milei fue más lejos. Fiel discípulo del “prócer” Alberto Benegas Lynch (h), disertó valiéndose de un marco teórico occidental, capitalista y profundamente moral. He aquí el piquete de ojos a los dueños del mundo.

Milei habló de Dios en la casa del Diablo, predicó moral en un prostíbulo. Se le plantó al establishment empresario internacional en nombre del Occidente que ya no existe. Aunque los valores que le dieron identidad preeminente mantengan vigencia y hayan sido abandonados, negociados, ultrajados. Les habló con el corazón y le respondieron con el bolsillo.

Acierta el Presidente libertario al focalizar su preocupación en la batalla cultural que Europa ya perdió y que Estados Unidos marcha en igual dirección. Por eso, san Juan Pablo II llamó a Latinoamérica “el continente de la esperanza” y la Iglesia católica eligió un Papa argentino. Quienes quieran leer los signos de los tiempos que lean. En consecuencia Milei aseveró:
“Los neomarxistas han sabido cooptar el sentido común de Occidente. Lograron esto gracias a la apropiación de los medios de comunicación, de la cultura, de las universidades, y sí, también de los organismos internacionales”.

Es el triunfo de la estrategia comunista de Antonio Gramsci que “los organismos internacionales”, dominados por los Héroes de Davos, utilizan a su exclusivo beneficio. La ideología de género reemplazó a la lucha de clases y desde la superestructura cultural globalista se ha diseminado como una mancha de aceite. En la Argentina usan lenguaje inclusivo los kirchneristas, los macristas, los radicales, los trotskistas, los curas coloniales, los sindicalistas afeminados, los periodistas liberales, los populistas de izquierda y derecha. Ninguna casualidad. Es obediencia debida a las usinas productoras de sentido, que fomentan y financian la colonización cultural. Ayer, el imperialismo británico avasallaba con la consigna “divide y reinarás”. Hoy, los Héroes de Davos esclavizan a millones con “corrompo y domino”.

De ese modo, los Héroes auspician el progresismo transversal porque jamás pondrá en jaque sus privilegios. A la Guerra Fría la ganó el capitalismo de ellos y el capitalismo de ellos les da ideología de género a los derrotados (“revolucionarios blandos”, los denomina Slavoj Žižek). Premio consuelo. Chupetín de madera espolvoreado con azúcar impalpable, diría Jorge Asís.

La revolución de los neomarxistas es inofensiva, incapaz de trastocar los cimientos económicos capitalistas de un Occidente cada vez más ateo, más pervertido, más narcotizado, homosexual, transexual, bisexual… que nunca.

Este Occidente corrompido está planificado. ¿Desconoce Milei que los Héroes de Davos son la caja solvente de los proyectos sostenidos por la agenda feminista radical que él fustiga para el aplauso de los ciudadanos enteros y la diatriba de los agentes colonizados?

Milei les cantó las cuarenta a los Héroes. Les descubrió las cartas a la vista de todo el mundo. Los tibios aplausos que recibió fueron la voz de orden para la jauría mediática que salió a despellejarlo, tergiversando sus palabras, ridiculizándolo. ¡Cómo se le ocurre a un fascista ultraderechista nazi libertario, amigo de Israel, repudiar el crimen del aborto! ¡Cómo va a coincidir con el Papa Francisco en el repudio a la ideología de género!

El Jefe del Estado debería recordar, también, que los Héroes de Davos usan pañuelo verde. Y que podrían cavarle su tumba política y económica. Telón.

Horacio E. Poggi

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